La Sunat empezó a enviar, de manera masiva, esquelas de citación a personas naturales, buscando fiscalizar supuestas inconsistencias en las declaraciones juradas de los años 2016, 2017 y 2018 con relación a sus rentas de fuente extranjera, según supo Gestión.
En el 2017, la Sunat permitió a las personas naturales adherirse a un programa de amnistía tributaria y declarar todas las rentas de fuente extranjera con las que contaban hasta el final del año 2015. Ahora, la Sunat está utilizando la información obtenida a partir de esta declaración para fiscalizar a estas personas.
De acuerdo con la Sunat, la renta de fuente extranjera declarada en el 2015 debería generar un rendimiento de 5% cada año, tasa que es el promedio de interés anual aplicado por entidades bancarias del sistema financiero en operaciones (depósitos a plazo) en moneda nacional para personas naturales, según la SBS.
Es decir, si una persona declaró tener S/ 10 millones en el extranjero en el 2015, la Sunat espera que en el 2016 este dinero haya generado una rentabilidad de S/ 500,000. Lo mismo aplica para los años 2017 y 2018.
En ese sentido, si un contribuyente declaró rentas menores a lo esperado por Sunat en estos años, la entidad presume que la declaración es falsa y debe ser subsanada, acotando presuntos ingresos omitidos.
De no hacerlo, se podría cobrar la diferencia entre el monto declarado y lo calculado por la Sunat y ser sancionado con una multa.
Al respecto, Cecilia Delgado, socia de Afisca, señala que la posición de Sunat es absurda e ignora que “no todas las inversiones en el extranjero están en valores de renta fija”.
Explica que mucha de la renta que está en el extranjero se puede encontrar en acciones, las cuales en algunos años pueden incluso generar pérdida. “No han considerado el caso de cada contribuyente y han empezado a bombardear con solicitudes de información que son costosas y afectan información que debía ser confidencial”, añade.
Indica que tampoco parece que se hizo cruce de información con entes financieros del exterior o con el impuesto a las transferencias financieras (ITF), sino solo haciendo una presunción que será costosa para los contribuyentes.
En Corto
Confidencial. En el 2017 se ofreció un programa de amnistía donde las personas naturales podían regularizar su renta extranjera no declarada correspondiente hasta fines del 2015. La información en dicha declaración era confidencial, por lo que la presente fiscalización podría infringir los derechos de los contribuyentes, según Cecilia Delgado, de Afisca.
Fuente: Gestión