Los futuros del petróleo en primera posición en Estados Unidos sufrieron una caída histórica el martes y cerraron en un profundo terreno negativo, ante el temor de los inversores en torno a la debilitada demanda de combustible a nivel global y los problemas crecientes de almacenamiento.
En víspera del cierre de contrato más próximo del West Texas Intermediate (WTI), los futuros de primera posición del referencial estadounidense se derrumbaron en más de 306%, o US$ 55.90, para terminar la sesión en US$ -37.63 por barril, un nivel nunca antes registrado por el mercado.
El contrato de crudo estadounidense de segunda posición -los futuros a junio del 2020- perdió 18% a un mínimo récord de US$ 20.43 por barril, reportó Reuters.
“La destrucción intradía del WTI de hoy es épica en escala y muestra la gran inestabilidad de los contratos de mayo del 2020 ante su expiración de mañana y los miedos a que el almacenamiento no se pueda materializar”, expresó la analista Louise Dickson, de la firma Rystad Energy.
El colapso de la demanda por la crisis del Covid-19 y las dificultades para almacenar el exceso de producción también lastraron este lunes en el mercado de futuros de Londres la cotización del barril de petróleo Brent para entrega en junio, que cayó 8.90%, hasta US$ 25.58.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de US$ 2.50 respecto a la última negociación, cuando cerró en US$ 28.08.
La cotización del WTI, que entró hoy en terreno negativo por primera vez en su historia, arrastró al Brent y agudizó su caída en el último tramo de la sesión.
Con todo, el Brent sufrió un descenso más moderado que el crudo estadounidense y la brecha entre el precio de ambos barriles superó la diferencia de US$ 13 que había marcado a principios del 2015.
El hundimiento del precio del WTI “ha avivado las especulaciones de que Estados Unidos podría rescatar a la industria del esquisto” ante el temor a que algunas compañías productoras vayan hacia la quiebra, afirmó Micahel Hewson, analista de CMC Markets.
Los analistas subrayaron que los contratos de mayo expirarán pronto como índice de referencia del petróleo de Estados Unidos y a partir de mañana habrá que analizar la evolución de los futuros de junio en función de su volumen de demanda. De hecho hoy los contratos de junio están a 20,43 dólares con ya mayor volumen de demanda que los de mayo, concretamente cinco veces más.
En todo caso, los inversores han quemado las naves de su pesimismo a corto plazo, a la espera de una reacción de la demanda de cara a junio, cuando confían en que se reactivará la economía y las necesidades de crudo aumenten.
En todo caso, la diferencia entre los contratos de mayo y junio, conocidos como el primer mes y el segundo mes, es ahora la más amplia de la historia, según Jeff Kilburg de KKM Financial. “Este es un fenómeno debido a la expiración del contrato del primer mes junto con la caída histórica del crudo”, dijo en un correo electrónico recogido por la CNBC.
Capacidad de almacenamiento es clave
“El colapso es principalmente un reflejo de los comerciantes que firmaron contratos hasta junio, ya que nadie quiere recibir la entrega porque la capacidad de almacenamiento se está acercando a estar completa”, advirtió en una nota Edward Moya, analista senior de mercado de Oanda.
Este es un punto también importante para entender lo de hoy: no hay más sitio de almacenaje y las grandes operaciones del Gobierno de Estados Unidos de acumular stocks tienen ya poco recorrido, por este motivo un comprador puede llegar a recibir dinero por comprar barriles, si bien el volumen baja en picado porque no hay donde almacenarlo.
En este sentido, la consultora energética Rystad Energy apuntó en una nota que el mercado sabe que las existencias de crudo en Estados Unidos se llenarán muy rápido a medida que las refinerías continúan reduciendo “enormemente” su actividad debido a la falta de posibilidades de almacenamiento, especialmente para gasolina sin vender.
“Creemos que las existencias comerciales de crudo de Estados Unidos estarán en niveles sin precedentes a fines de abril”, concluyó Rystad Energy, informó la agencia EFE.
La pandemia de coronavirus ha asestado un duro golpe a la actividad económica en todo el mundo y ha mermado la demanda de petróleo.
Si bien la OPEP y sus aliados productores de petróleo finalizaron un pacto histórico a principios de este mes para reducir la producción en 9.7 millones de barriles por día a partir del 1 de mayo, muchos argumentan que aún no será suficiente para contrarrestar la caída de la demanda.
Se espera que la vuelta a la normalidad, por lo menos en términos de actividad económica, ayude a los precios del crudo en todo el mundo, especialmente si coinciden en el tiempo con los recortes de cerca de 10 millones de barriles por día (bpd) acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios y si los países no miembros de la OPEP contribuyen al ajuste.
En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en mayo retrocedieron hasta los US$ 0.66 el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, se situaron en los US$ 1.92 por cada mil pies cúbicos.
Fuente: Gestión
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