Minería ilegal: La otra curva que deberemos achatar luego del Covid-19

Minería ilegal: La otra curva que deberemos achatar luego del Covid-19

La pandemia por el Covid-19 ha ocasionado que inversionistas de todo el mundo busquen refugio en el oro, lo cual ha elevado su precio a cifras récord. La Historia nos recuerda que cuando el metal dorado llega a precios tan altos, la fiebre del oro no tarda en aparecer.

Miguel Ampudia BellingPor: Miguel Ampudia Belling
(Miembro del Grupo de Estudios de Derecho Mineroenergético – GEDEM y Director de Peruweek.pe)

La actual pandemia por el Covid-19 ha orillado al mundo a una crisis como ninguna otra. La actual recesión es mucho peor que la crisis financiera. Al respecto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que la economía global entrará a su peor recesión desde la “Gran Depresión” de 1929.

Como es costumbre, la preocupación por una recesión económica ocasionada por la pandemia del Covid-19 lleva a los inversores a buscar activos seguros. El favorito de ellos es el oro.

Los especialistas proyectan el ascenso cada vez mayor del oro. La minera Newmont Corporation, una de las principales productoras de oro a nivel mundial, prevé que este metal pueda superar los US$2,000 por onza[1]. Por su parte, el Bank of America indicó en su informe titulado «Fed Can’t Print Gold» que el oro alcanzaría en los próximos 18 meses el precio récord de US$3,000 por onza[2].

Minería ilegal, directamente proporcional al valor del oro

La minería ilegal es un problema que aqueja a nuestro país desde hace varias décadas; sin embargo, este se agrava cada vez que el mercado internacional registra un aumento sustancial del precio del oro. Si bien es cierto que la extracción aurífera es una actividad que data desde la época preincaica, esta se realizaba a menor escala porque el oro extraído tenía fines ceremoniales. Posteriormente, en la época colonial empiezan a destacar centros mineros que al día de hoy continúan en producción, entre ellas tenemos la zona de Ananea y los lavaderos de oro en la Amazonía.

En ese sentido, aunque ya había una intensa producción aurífera desde la colonia, esta se realizaba de manera artesanal. Sumado a ello, surgieron hechos históricos que contribuyeron al avance de la minería artesanal, debido a que desanimaron la inversión de capitales extranjeros. Entre las principales tenemos la Gran Depresión de 1929 y la Segunda Guerra Mundial

A su vez, el precio del oro iniciaba un ascenso vertiginoso desde 1970 hasta 1980, pasando de US$35 la onza hasta el aumento récord de US$768 la onza, debido a fuerte subida de los precios del petróleo y los conflictos bélicos en el Medio Oriente. Esto representó un incremento superior al 2,000% en el valor del oro.

Si bien es cierto que los altos precios originaron una serie de inversiones en las empresas de mediana y pequeña minería en nuestro país; por otra parte, despertó la fiebre del oro en ecosistemas frágiles como nuestra Amazonía.

A todo esto, es preciso agregar que, detrás de la minería legal intervienen tanto factores exógenos, como los precios internacionales del oro y el crecimiento de la industria minera global, como también una serie de factores endógenos, como pobreza y desempleo[3].

Destino del oro ilegal

Uno de problemas de la minería ilegal es que, frecuentemente, el oro exportado es formal solo en papeles, donde el material puede tener realmente procedencia ilegal total o parcialmente. Es cierto que existen compañías mineras de muy buena reputación que pueden acreditar fehacientemente su producción aurífera. Sin embargo, en el otro extremo se encuentran los productores y exportadores “golondrinos”, quienes realizan actividades muy pocas veces y luego desaparecen. Esta situación llegó a uno de sus puntos más críticos durante 2013, cuando un exportador “golondrino” fue el cuarto exportador aurífero más importante del país[4]. En medio de ambos, tenemos a las empresas que son formales y llevan años trabajando en nuestro país; pero al acopiar no hacen distinción entre el oro formal e informal, o declaran el oro acopiado como si hubiera sido producido en sus operaciones mineras.

Al consultar el Sistema Integrado de Información de Comercio Exterior – SIICEX, vemos que los principales mercados del oro peruano son Suiza, Canadá, India, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Italia. El porcentaje de participación del mercado se puede visualizar la siguiente tabla:

Como se aprecia, Suiza es el destino preferido de las exportaciones auríferas de nuestro país. Es más, el 70% del oro no refinado que hay en el mundo pasa por dicho país, que es considerado como el centro mundial de la refinería.

Se estima que la mitad de todas las importaciones del oro procesado y refinado en Suiza provienen de Gran Bretaña, los Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong; pero, aunque suene paradójico, ninguno de estos tres países produce oro[5].

En el año 2019, el entonces ministro de Energía y Minas reconoció que una quinta parte del oro que exporta Perú al año es de origen ilegal[6].

Entonces, es evidente que las políticas de control resultan insuficientes. No solo en Suiza, sino también en otros países que importan el dorado metal y también quienes lo producen. En nuestro país se han reportado varios casos que involucran a grandes empresas extranjeras con el acopio de oro ilegal.

Uno de los casos más resaltantes es Metalor[8], una de las principales refinerías del mundo. Esta empresa acopiaba oro de la minería artesanal y en pequeña escala; pero que hacía negocios también con empresas vinculadas a la minería ilegal. Fue en el año 2018 que se saliera a la luz sus vínculos con la empresa Minersur, quien recibiera millonarios depósitos bancarios desde Suiza y llegara a convertirse en la cuarta mayor exportadora de oro del país. Sin embargo, el cruce de información entre los agentes de Aduanas y la UIF determinó que los proveedores de Minersur estaban involucrados en delitos de lavado de activos y crimen organizado. A raíz de ello, Metalor anunció el retiro de sus operaciones con la minería artesanal y en pequeña escala[9].

Otro caso muy sonado fue el de Northern Texas Refinery (NTR)[10], empresa que compraba oro ilegal a un grupo de empresas fachada que tenían a Pedro Pérez Miranda, alias “Peter Ferrari”, como jefe de operaciones. Posteriormente, esta empresa se declaró culpable y la justicia de Estados Unidos condenó a sus ejecutivos Samer Barrage, Juan Pablo Granda y Renato Rodríguez, por conspiración para el lavado de dinero.

Por otra parte, vemos que entre los países preferidos para comercializar el oro ilegal se encuentran Suiza, Emiratos Árabes Unidos e India. Veamos cuáles fueron las empresas que exportaron oro a los Emiratos Árabes Unidos en el año 2019:

Ahora, comparemos con las empresas que exportaron su producción aurífera a Canadá durante el mismo periodo:

Otro dato importante radica en el desbalance entre el volumen producido de oro y el volumen exportado. Ya que, oficialmente, desde el año 2003 nuestro país exporta más oro del que produce. Durante el año 2019, las cifras oficiales del Ministerio de Energía y Minas – MINEM[11] reportaron una producción de 128.41 toneladas de oro; sin embargo, en el mismo periodo las exportaciones del metal dorado llegaron a las 189.63 toneladas, según las cifras oficiales del Banco Central de Reserva del Perú – BCRP[12].

Todo lo anteriormente dicho sobre el destino del oro ilegal hace referencia a las exportaciones que, en papeles, cumplen con los requisitos legales. Sin embargo, existe un gran porcentaje de la producción aurífera ilegal que no llega a ser declarado, donde el precioso metal traspasa nuestras fronteras vía contrabando y llega a países como Bolivia y Chile. Esto genera un impacto negativo mayor a nuestra economía, ya que además de afectar el medio ambiente e incumplir la normativa minera, tampoco paga impuestos. Uno de los casos más destacados ocurrió en Chile, donde Harold Vilches[13], un joven estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad Mayor de Santiago, quien llegó a exportar más de US$50 millones de dólares en oro proveniente minería ilegal peruana y por varios años concentró más de la mitad de su comercialización anual en Chile.

Acciones del Estado para combatir la minería ilegal

A lo largo de las últimas tres décadas el Estado ha desarrollado un marco normativo minero muy prolijo. En un principio, se buscaba crear el ambiente adecuado que motive a los empresarios a invertir en nuestro país. Esto se justifica luego del desastre económico que venía recuperándose nuestra economía. Entre las principales medidas tenemos la promulgada el Decreto Supremo N° 005-91-EM-VMM, promulgado el 18 de marzo de 1991, el cual declaró la libre comercialización del oro. Ese mismo año se aprobó, a través del Decreto Legislativo N° 708, la Ley de Promoción de Inversiones en el Sector Minero, del cual destacamos tres puntos principales: estabilidad tributaria, libre comercialización de la producción y la libertad de remisión de utilidades. Poco después, el 4 de junio de 1992, mediante el Decreto Supremo N° 014-92-EM, se aprobó el Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería (Sucesora de la Ley General de Minería, promulgada por Decreto Legislativo N° 109 en 1981).

Estos cambios normativos favorecieron al boom de la minería en nuestro país, en la cual aparecían cada vez más inversionistas con grandes capitales interesados en nuestro país. La actividad minera a menos escala se redujo considerablemente; aunque nunca dejó de ser una importante actividad económica en determinadas regiones de nuestro país, tales como Madre de Dios, Puno, Arequipa y La Libertad.

Posteriormente, el 24 de enero de 2002, se promulgó la Ley de Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y la Minería Artesanal – Ley N° 27651, la cual introdujo cambios al Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería que permitió regular las actividades mineras desarrolladas por pequeños productores mineros y mineros artesanales. Entre otras medidas, delegó a los gobiernos regionales la responsabilidad de propiciar la formalización del acuerdo o contrato de explotación entre el productor minero artesanal y el titular del derecho minero.

A medida que pasaban los años, nuestro país empezó a tomar mayor conciencia por el cuidado del medio ambiente y dirigió la mirada a la actividad minera, sobre todo aquella que generaba un grave impacto a su entorno. Es así que aparece la interdicción minera, como mecanismo de lucha frontal contra la actividad minera ilegal.

El 29 de febrero de 2012, se incorporaron al Código Penal los delitos de minería ilegal, su financiamiento, obstaculización de la fiscalización administrativa y actos preparatorios de minería ilegal. Sin embargo, es preciso destacar que estuvieron exentos de responsabilidad penal aquellos que se acogieron al proceso de formalización minera durante los tres meses siguientes.

Posteriormente, casi finalizando el año 2016, se promulga el Decreto Legislativo N° 1293, el cual declara de interés nacional la reestructuración del proceso de formalización de las actividades de la pequeña minería y minería artesanal, crea el REINFO y simplifica los procedimientos administrativos para la formalización minera. Consideramos esto último, como el punto de partida de la actual estrategia del Estado respecto a la Formalización Minera. En un principio tuvo resultados muy pobres, luego las cifras obtenidas el 2018, cuando se llegó a formalizar a 5,000 mineros en solo un año, daban muestra de que la formalización minera sí era posible. Sin embargo, al día de hoy este proceso ha reducido drásticamente sus resultados, motivados en parte por la presión de los empresarios y trabajadores de la minería artesanal y de pequeña escala, los constantes cambios de los funcionarios públicos y la voluntad política del gobierno de turno.

Propuestas

– Hemos visto en los noticieros cómo han caído grandes bandas gracias al trabajo de los agentes aduaneros. Por lo tanto, consideramos pertinente reforzar la interoperatividad entre Aduanas y la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú, además de aumentar su presupuesto para que puedan contar con mayor personal y mejor tecnología para desempeñar sus funciones.

– Adoptar políticas de promoción para que el minero quiera formalizarse, tales como la posibilidad de acceder a mejores mercados. Para ello, el Gobierno puede diseñar mecanismos para la certificación de oro responsable. Esta promoción puede lograrse con la reactivación del Fondo Minero.

– Cumplimiento estricto de los cronogramas establecidos en los procesos de Formalización minera, ya que muchos mineros artesanales y de pequeña escala están acostumbrados a la extensión de los plazos.

– Identificar los conglomerados mineros, con los cuales se deben mantener constantes reuniones a través de sus representantes.

– Identificar todas las bocaminas, las cuales deben estar georreferenciadas en una base de datos.

– Control más riguroso a los comercializadores de oro, sobre todo a aquellos que realizan actividades de exportación. Muchos de ellos son empresas golondrinas, o no figuran registradas en la base de datos del Estado.

– Mayor control a los insumos utilizados en la minería, tales como los explosivos y el mercurio.

– Promover inversiones que permitan dar valor agregado al oro extraído. Por ejemplo, las refinerías de metales preciosos.

– Control estricto en aquellos grandes asentamientos donde es sabido que se practica la minería ilegal. Para ello, es preciso el apoyo de las Fuerzas Armadas. De igual manera, reforzar la vigilancia en aquellas rutas frecuentes utilizadas para el contrabando del oro.

A manera de reflexión

Hemos visto que la minería ilegal recrudece cuando hay pobreza, desempleo y precios altos del oro. Hoy, a causa de la pandemia por el Covid-19, tenemos todos los ingredientes que preparan su caldo de cultivo. Por este motivo, debemos atender con mayor cuidado esta problemática para poder preservar nuestro medio ambiente, brindar una fuente de trabajo digno al aproximadamente millón de personas que viven directa o indirectamente de esta actividad, además de proteger un recurso tan valioso como el oro, que bien aprovechado puede sentar las bases económicas para el desarrollo de nuestro país.


[1] https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-04-16/gold-giant-newmont-says-metal-could-top-2-000-on-virus-stimulus

[2] https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-04-21/bofa-raises-gold-target-to-3-000-as-fed-can-t-print-gold

[3] La lucha por la legalidad en la actividad minera. Ministerio del Ambiente. 2016. Disponible en: http://www.minam.gob.pe/informessectoriales/wp-content/uploads/sites/112/2016/02/12-La-lucha-por-la-legalidad-en-la-actividad-minera.pdf

[4] TORRES CUZCANO, Víctor. Minería Ilegal e Informal en el Perú: Impacto Socioeconómico. Cooperacción. Lima. 2015. P. 55.

[5] https://www.swissinfo.ch/spa/economia/multinacionales-_los-sombr%C3%ADos-or%C3%ADgenes-del-oro-refinado-en-suiza/44685766

[6] https://www.efe.com/efe/america/economia/una-quinta-parte-del-oro-que-exporta-peru-al-ano-es-de-origen-ilegal/20000011-4071608

[8] https://www.swissinfo.ch/spa/economia/altos-costos_refiner%C3%ADa-suiza-de-oro-se-desliga-de-mineros-artesanales/45039166

[9] https://larepublica.pe/politica/1220383-cae-millonario-cargamento-de-oro-sospechoso-con-destino-a-suiza/

[10] https://www.bloomberg.com/news/features/2017-03-09/how-to-become-an-international-gold-smuggler

[11] http://www.minem.gob.pe/_estadistica.php?idSector=1&idEstadistica=12501

[12] https://estadisticas.bcrp.gob.pe/estadisticas/series/mensuales/resultados/PN01526BM/html

[13] https://peru21.pe/mundo/historia-chileno-convirtio-mayor-contrabandista-oro-relacion-peru-68707-noticia/

Written by Miguel Ampudia Belling

Abogado por la UNMSM. Maestrando en Gerencia Pública por la Escuela de Posgrado - Universidad Continental. Miembro fundador del Grupo de Estudios de Derecho Mineroenergético – GEDEM. Director de Peruweek.pe.
(Contacto: +51 980326610 | peruweek@peruweek.pe)

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