La economía peruana ya perdió S/ 2,150 millones debido a las paralizaciones que implicaron las protestas. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), el impacto en la actividad económica afectará prinicipalmente a cuatro regiones, las cuales están entrando a una recesión.
Puno, Cusco, Apurímac y Madre de Dios son las regiones que están viendo una caída en su economía durante los últimos tres meses, lo cual podría terminar en una recesión.
«Si bien en el panorama nacional se registra una desaceleración de la economía, es muy probable que enfrentemos un escenario de recesión en las economías regionales del sur, básicamente Puno, que está prácticamente paralizada, así como Cusco, con una actividad turística muy afectada, al igual que Madre de Dios y Apurímac», comentó Víctor Fuentes Campos, economista jefe del IPE.
¿Qué es una recesión? Una recesión implica que la economía de un país tendrá al menos dos trimestres consecutivos de caída de su PBI, es decir, su producción se rebajará por seis meses seguidos.
Cabe mencionar que el año pasado, las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) indicaban que este 2023 al menos un tercio de las economías del mundo entrarán en recesión técnica.
Fuentes señala que es probable que en los últimos meses del 2022 esas cuatro regiones ya habrían registrado cifras negativas, y, dependiendo de cómo evolucionen las protestas, también se verían serios problemas en los primeros tres meses de este 2023.
Otra región que se vería impactadas con los bloqueos es Ica, pues esta estuvo paralizada por más de 20 días, afectando principalmente a las agroexportadoras.
Solo en el caso de las agroexportadoras, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) estima que son 300 las empresas afectadas y se estiman pérdidas de S/ 470 millones por ventas no realizadas.
A nivel nacional también se evidencia un impacto en el sector minero, que ya viene afectado en el 2022. Al cierre del año pasado se estima que la actividad minera se contrjo un 0.3% en promedio.
Fuente: Perú 21