Las casas de apuestas deportivas se han vuelto parte del paisaje futbolero en buena parte de Sudamérica. En algunos países son bien vistas, en otros generan rechazo. Pero están ahí. Su presencia se nota fácil: basta mirar las camisetas de muchos equipos, sobre todo en ligas de Argentina, Brasil o Ecuador. El vínculo entre fútbol y apuestas es cada vez más evidente, aunque no todos lo celebran.
De los 64 equipos que jugaron la fase de grupos en torneos de la CONMEBOL, 38 — o sea, el 59 % — llevaban casas de apuestas como patrocinadores principales. Brasil encabeza esa lista entre los 13 países representados.
La inversión en el fútbol sudamericano no es menor. Varias casas de apuestas han firmado contratos millonarios solo para poner su nombre en torneos. Algunos ejemplos: LigaPro Ecuabet en Ecuador, Copa Betano en Brasil y Liga1 Betsson en Perú.
En este último caso, el impacto se nota también fuera del campo. Las principales plataformas permiten apostar en la Liga1, y su popularidad queda clara en sitios como respin.com.pe, donde figuran las marcas más conocidas del país. La mayoría ofrece apuestas deportivas, y muchas cubren esa liga con bastante detalle.
Pero no en todos lados la expansión de las casas de apuestas se ve con buenos ojos. En países como Chile, Uruguay o Bolivia han optado por restringir — o directamente prohibir — este tipo de actividad.
En Argentina, en cambio, algunas marcas lograron incluso desplazar a patrocinadores de peso. En 2022, Codere firmó con River Plate y se convirtió en su sponsor principal. El contrato está vigente hasta agosto de 2025. Por tener su logo en el pecho de los jugadores, Codere paga $3,5 millones al año. Eso es un 20 % más de lo que pagaba Turkish Airlines, el anterior patrocinador.
Algo parecido pasó con Boca Juniors. En junio de 2023, el club anunció a Betsson como su nuevo patrocinador principal. La casa de apuestas sueca firmó por un año y medio, hasta diciembre de 2024, pagando unos $7,5 millones. Lo curioso es que Betsson reemplazó a Qatar Airways, que había estado con el club durante cinco años y había aportado cerca de $28 millones. Nada mal para una marca que venía del sector del juego.
En 2024, 16 clubes de tres países participaron en los torneos de la CONMEBOL. Pero no todo fue fútbol. En Chile, el panorama se tensó cuando el gobierno ordenó a los equipos romper vínculos con las casas de apuestas. La decisión vino después de que la Tercera Sala de la Corte Suprema declarara ilegales los juegos de azar online. El golpe fue fuerte: varios clubes dependían de esos contratos, y todo el sistema futbolístico del país quedó en el aire.
Por eso, en otoño de 2023, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional en Chile rompió su contrato con Betsson. Aun así, otras casas de apuestas, como CoolBet, siguieron activas. Alegaron que la ley no decía nada de forma clara sobre su caso. Incluso llegaron a firmar un contrato millonario por dos temporadas con Colo-Colo.
En Ecuador, la presencia de casas de apuestas es todavía más visible. Actualmente, hay 17 empresas registradas para operar sitios de juegos online. De esas, 13 están activas y 4 en proceso de disolución o cierre.
A partir de julio de 2025, estas compañías tendrán que pagar un impuesto único del 15 % sobre sus ingresos. Además, si son residentes fiscales en Ecuador, deberán presentar una declaración cada mes. En el caso de empresas extranjeras, el impuesto se cargará directamente al usuario en el momento del pago.