Si bien con la entrada en vigor de la Ley N.º 31806, la cual regula oficialmente los juegos y apuestas deportivas online, se esperaba una reacción favorable de esta industria, en la práctica no están saliendo las cosas como se pensaba. De hecho, muchas casas de apuestas dejaron el mercado peruano aun cuando la ley se estaba desarrollando, pues no vieron suficientes beneficios como para solicitar la respectiva licencia. Analicemos más esta interesante temática.
Antecedentes y objetivos del Reglamento N.° 31806
La Ley N.° 31557, promulgada en agosto de 2022, estableció el marco legal inicial para los juegos de azar en línea y las apuestas deportivas en el país, confiriendo la supervisión al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR). Sin embargo, surgió la preocupación de que la ley imponía una carga desproporcionada a los operadores locales, al tiempo que permitía a las entidades extranjeras operar con menos obligaciones. La Ley N.° 31806, promulgada en junio de 2023 y reglamentada en su totalidad por el Decreto Supremo N.° 005-2023-MINCETUR en octubre de 2023, subsanó estas deficiencias. A partir del 9 de febrero de 2024, se introdujeron regulaciones más estrictas, incluyendo un impuesto del 12 % sobre las utilidades netas, la obligatoriedad de licencias para todos los operadores (nacionales y extranjeros) y protocolos mejorados de Conozca a su Cliente (KYC) para garantizar la transparencia y proteger a los consumidores.
Los principales objetivos de la regulación eran generar ingresos fiscales proyectados en aproximadamente 162 millones de soles peruanos anuales, frenar el lavado de dinero y proteger a las poblaciones vulnerables, como los menores. También buscaba igualar las condiciones de competencia, garantizando que los operadores extranjeros se enfrentaran a los mismos estándares fiscales y operativos que los operadores locales. Para marzo de 2024, el MINCETUR informó que 145 operadores habían solicitado licencias durante el plazo inicial de 30 días, lo que reflejaba un gran interés en el mercado recién regulado.
El éxodo de los operadores de apuestas
A pesar del entusiasmo inicial, la realidad es que este año se está presentando un panorama más complejo. Varias casas de apuestas, como Betway y LeoVegas, no optaron siquiera por solicitar la licencia, sino que salieron directamente del mercado peruano. Esto se debió a varios factores vinculados a las estrictas exigencias del Reglamento N.° 31806. Por ejemplo, la tarifa de licencia, triplicada a 2,97 millones de soles (aproximadamente 808.000 dólares), lo cual representa un costo inicial considerable. También está el hecho del impuesto sobre las ganancias netas del 12% y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) del 1% sobre las apuestas, que provisoriamente fue bajado a 0,30 %. Además, el requisito de un estricto cumplimiento de KYC y la prohibición de las apuestas anónimas incrementaron la complejidad operativa.
Implicaciones económicas y sociales
Esta situación, que se está presentando en el sector de los juegos y apuestas online del país, sin duda tiene un importante impacto social y económico. Por un lado, el gobierno ha comenzado a recaudar impuestos de los operadores que cumplen con las normas, y la SUNAT (Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria) inició la recaudación fiscal en abril del 2024. Se estima que, para mediados de este año, se anuncien oficialmente los primeros ingresos anuales, los cuales se estiman en unos 162 millones de soles. Esto debería impulsar fondos para el turismo, la salud y el deporte. Por su parte, de continuar la salida de operadores, además de reducirse la competencia, se disminuirán los ingresos provenientes de este pujante sector. Esto podría socavar los objetivos de la regulación y recaudación de impuestos. Además, la pérdida de empleos en el sector del juego, en particular en puestos de marketing y atención al cliente, supone un desafío socioeconómico en un país donde el juego ha sido históricamente un motor económico legítimo.